viernes, abril 24

REVOLUCIÓN, EL PUEBLO, Y UNA PIZCA DE DEMOCRACIA



SEGUNDA PARTE. FINAL

- Problemas de oficio –. Respondió impertérrito el ciudadano Robespierre.
- Sí, es lo que yo digo. Nunca se nos paga verdaderamente nuestro insigne trabajo por la República. Señoría, los verdugos necesitan ser recompensados. Nos hemos permitido elegir el mismo cuenco que usamos para Maria Antonieta ¿le importa? Es el mejor, esa golfa que derrochaba en grandes fiestas rodeada de pasteles mientras el pueblo pasaba hambre.... pero me pareció una injusticia.
- ¿Cual su sentencia?
- No, no....que no se me eligiera a mí para cortarla la cabeza, soy el verdugo con más experiencia de París, me correspondía por méritos de sobra, era la culminación de mi larga carrera, me indigne, yo debía haber ejecutado a la reina y no ese novato de...
- Todos tenemos nuestro papel en la historia aunque escriba torcida.
- La historia de la revolución la escriben grandes pensadores, como sus amigos, que también perdieron la cabeza.
- La historia de la revolución empezó porque Francia rebasó todo límite de deuda pública y no podíamos pagar los préstamos a los banqueros alemanes. Se convoco a los tres estados, y los nobles y la iglesia se negaron a colaborar diciendo que la burguesía pagase los intereses de los bonos, entonces parte de los nobles y la burguesía....se aburre...
- Esa historia me suena. Unos se endeudan sin pensar en que deben devolver esas deudas y luego vienen los del norte y te ponne de rodillas. Al final tengo la impresión que la historia es un bucle y que...
- Me hablaba del cuenco elegido para....mi cabeza.
- Cierto...es amplio, la sangre no rebosa por los bordes mientras se vacía la cabeza. Es de buen gusto enseñarle al pueblo las cabezas importantes. Y aquella reina, Maria Antonieta, la de los vestidos caros y fiestas con corruptos, tan elegante y valiente....a pesar del miedo que sentía, y que pensó que usted no firmaría su sentencia votada por nuestros insignes diputados, vino hasta el cadalso atractiva, una reina encantadora camino de la muerte, con su crucifijo, joven austriaca que no entendió porque había ocurrido lo que ocurrió en París...pero tenía razón usted, uno de sus bonitos pendientes valía la paga de mil trabajadores. La chusma la insultó claro está por ese tipo de detalles, como harán con usted, pero es normal, es la democracia todos tienen derecho a decir lo que les place. Por eso la instauramos, la democracia del pueblo y para el pueblo. Aunque con tanto baño de sangre uno no termina de distinguir que desea el pueblo a veces, si venganza o justicia. Menos mal que no hacemos juicios ya, usted lo hizo todo más rápido nada de pruebas y pequeñeces.
- La gente, el pueblo. - se volvió Robespierre hacía la muchedumbre que había cogido sitio desde muy temprano - Obsérvele, todos se han traído la merienda para poder asistir a la ejecución. Algunos se habrán comprado su cuartillo de Borgoña para creer que deben mi sangre mientras me guillotina. Otros, su longaniza para creer que comen mis chorreantes entrañas.
- Olvídese del pueblo. Ya le digo que es muy maleable ¿Quiere algún recuerdo en especial?
-¿Recuerdo? -. Preguntó Robespierre como si todos los presentes hubiesen sido borrados.
- Sí, está muy de moda que se guarden los ojos de la víctima para un familiar. Este los coloca en una vitrina y los enseña. Proclaman haber quitado un traidor a la causa en la propia familia.
- No –escéptico -, No tengo familiares. Mandé guillotinar a casi todos. Incluida mi mujer. Mi hermano no, anda por ahí.
-¡Es verdad su bendita mujer! El que lo hizo es un inepto, tuvo que repetir la operación cinco veces. En cada intento dejaba la cabeza a medio cortar. Sufrió mucho, un mal trabajo.
- No crea, siempre chilló como en su último día la desdichada. Era capaz de terminar con la calma del mejor santo.
Sube alguien del comité al patíbulo.

- Quieren darte prisa, están contándose una lección de historia de la Sorbona acaso, la gente se impacienta y la democracia también.
- Sí. Ya vamos... ¡Prisas! hay días que guillotinamos a cientos y otros a un tembloroso rey, o ex presidente como su caso, pero al final siempre tienen prisa porque baje la hoja afilada.

DATO HISTÓRICO:

En el año 1794 en París, el ciudadano Robespierre, presidente del Comité para la salud pública de la Revolución, fue ejecutado junto con los ciudadanos: Saint-Just, Lebas y Couthon. Agustín de Robespierre, hermano del dirigente, se lanzó desde una ventana del hotel De Ville en su intento de suicidio. Moribundo fue llevado (arrastrado) a la guillotina.

jueves, abril 23

REVOLUCIÓN, EL PUEBLO, Y UNA PIZCA DE DEMOCRACIA


                                                      PRIMERA PARTE

El ciudadano Robespierre es condenado a morir en la guillotina. Verdugo y víctima mantienen antes una conversación.
-¿Será rápido? -. Pregunta Robespierre serio.
- Sí, aunque... –duda el verdugo -, espero no le importe a su señoría una pequeña mella en la hoja.
-¿Una mella? -.Los ojos fríos piensan.
-¡Es ínfima! Ya sabe; ayer ejecutamos a aquel obispo del infierno... por orden suya, por supuesto. Un fraile gordo con cara de antílope, nutrido y alimentado con tan buena carne el gusano en estos tiempos de penuria; tenía duro el espinazo como un tronco de roble.
- Ya -. Mirando a ninguna parte Robespierre.
- De todas formas no se preocupe su señoría. Si se atranca en mitad del cuello, podemos subir corriendo de nuevo la guillotina y dejarla caer. Colgándome de ella mi ayudante y yo mismo para hacer mayor peso.
- No es mala idea –volviendo a pensar -. ¿Un poco sufrida?
- Sí –volviendo a dudar -. Es mucho mejor el hacha del leñador –arrugando la cara mientras reflexiona -. Tiene el defecto de destrozar un poco el cráneo, a veces sólo grietas, aunque al final lo troncha. Unos cuantos golpes y..
-¿No las tienen  más contundentes?
-¿Cuál? -. Preguntó curioso el verdugo.
- Otras hachas, más grandes, como las que usan en Inglaterra.
-¡Ah! La verdad es que las que nos hacen falta son las que usan en Rusia – poniendo cara de satisfacción -. Los zares son  muy eficientes en esto. Se trata de gente muy preparada. Fíjese que hay gente que cuenta que en ocasiones se usan sierras para cortar los cuellos de sus víctimas. Tardan un buen rato en cortarlo, menudo esfuerzo.
- Interesante - Sonriendo.
- Deje de preocuparse señoría por esa ínfima mella en la hoja. Por lo demás está como nueva –acaricia el patíbulo con orgullo -, apenas se ha desgastado. Durante los primeros días del terror, perdón, del gobierno del comité de salud pública que usted presidia como primer ciudadano de nuestra amada república, se la dedicó en exclusiva a cortar los cuellos de las damas y los niños sospechosos de conspirar contra el régimen. Esa clase de personas tiene el cuello muy blando. La cuchilla apenas sufre, cientos de cabezas de ese tipo podría cortar en un día sin esmerarse un verdugo principiante – haciendo movimientos con las manos -. Bueno de hecho así lo hicimos por orden suya, exterminamos, perdone....administramos justicia en nombre de la igualdad y fraternidad a muchos de esas damas carcomidas por las ideas contrarrevolucionarias.  Los dos lados se separan limpiamente, sin ningún esfuerzo. Ambos lados de la herida quedan limpios. Llanos. Y mueren todos los corruptos y conspiradores.
-¿Ambos lados Llanos?
- Sí, sin nada que estorbe – se extiende al observar la cara de perplejidad del
ciudadano Robespierre -. Me refiero a que en la gente madura no siempre los cortes salen limpios del todo. En ocasiones queda unido a la cabeza algún trozo óseo de la columna vertebral. Entonces se ha de usar el hacha para rebajarlo. En otras es un pedazo de tráquea, esófago o carne interna lo que queda colgando, en ese caso se debe usar un cuchillo perfectamente afilado. El problema viene cuando son venas y arterias....
....

sábado, abril 18

LOS ESPÍRITUS

                                                        Fotografía Alexey Titarenko 


Me he encontrado en la calle con dos espíritus. No veía nada al principio. Pero ellos me han abordado, con unas voces muy grabes, me han contado dos historias, una que existe un mundo paralelo, donde los hombres pueden ser felices si se engañan a si mismos cada vez que salen de la cama, que no hay posibilidad de mirar demasiado lejos en ese mundo. La otra historia hablaba de un mundo de sombras, y de otros espíritus que son capaces de sacarte el alma, sin ninguna misericordia en busca de lo que llaman la verdad.

Entonces, han reído, con una risa diabólica, que helaba todo sudor y formas nítidas de ver la realidad del lugar donde me he encontrado a esos dos espíritus, y cuando iba a intentar responder, han desaparecido.


sábado, abril 11

VARIACIÓN DE LA NIEBLA Nº4

                                              Fotografía: Joanna Rzeznikowska 


Genios que pervierten sus sueños,

convertidos en perennes cometas

que en ceniciento sueño de la vida,

sois desalmados demonios del tiempo.


viernes, abril 10

EL PESO DEL DESGASTE

                                                                Fotografía: B. Eskedahl


Trasformar por ejemplo una prenda en trapos, no un viejo trozo de tela, pongamos un jersey en buen estado y que aún da calor, pero pasado de moda y con algún defecto, me produce sentimientos encontrados: tristeza por lo antiguo que nos sirvió mientras pudo, alegría por lo que ha durado tanto, pero que es engorroso conservar y retiramos sin más. Una maldición que todo lo convierte en pasado, incluso el leer estas líneas ya se convierte en pasado. En muchas ocasiones, sin ningún tipo de remordimientos, tratamos así a las personas.

sábado, abril 4

EL PASO DEL TIEMPO. PENSAMIENTO

                                                                  fotografía Dorotea Lange.

Cuando miras un osario lleno de calaveras, mientras tambores redoblan a tu espalda, y la noche va tapando los pocos rayos de luz que quedan en un viernes santo. Preguntas que tiempo debiste retener en tu adolescencia. Que tiempo malgastaste (es el tiempo lo que ves en esos momentos en esas calaveras apiladas), que edad debiste invertir con mayor pasión o inteligencia. Pero por otra parte - si lo piensas - te das cuenta, que eres hijo de tus oportunidades. Y que muchos no pudieron elegir ese tiempo, ni como emplearlo; tal vez desearías haberte dado cuenta de como vivir más profundamente, ya que no eras un niño convertido en hombre a toda prisa, al que le dieron una azada para remover un duro campo para sobrevivir, pero aún así, mirando las cuencas de los ojos de esas calaveras. Notas como se sale el tiempo de tu pecho a cada redoble de tambor que contesta a tu pregunta.