FRANCISCO DE QUEVEDO EN WALL STREET
Diferentes obras de un hombre del Modelo Humano Actual EL HOMBRE PRODUCTOR CONSUMIDOR.
viernes, noviembre 28
jueves, noviembre 20
EL ANGEL CAIDO
Foto; EleniFineArtPhoto
“Tú que nos salvaste del juicio final y nos
avisaste de él. Haznos merecedores de tu piedad, así como nos protegiste de la
lluvia de fuego, ayúdanos a resistir la tentación de la maldad cuando venga a
provocarnos porque he tenido una visión de la llegada de Satán para engañar a
los débiles.”
He llegado y os poseeré lentamente, soy vuestra incertidumbre, soy las recalcitrantes
dudas del egoísmo, leo en llamas vuestros deseos, y entre tantas tinieblas mal
conquistadas me río en bajo de vosotros.
Me quité mi manto púrpura al caer al averno, lo celestial y la bondad
infinita las lancé a las llamas. Y es tan negra esta noche que oigo vuestros más oscuros deseos. Dicen que el rey de las tinieblas contempla sus obras, comenzando por nuestra maldad
interior, yo soy capaz de agrandar la vuestra y encima os gustáis.
Celosamente, vais a someteros a ese lado oscuro, y nada vais a poder hacer. Es
dualidad suma lo que sois si os acerco la tentación, infinita también vuestra miseria moral; total perversidad junto a la luz la que yo poseo.
Las dos caras de la moneda, tu otro lado.
domingo, noviembre 16
VIAJERA DE OJOS INDETERMINADOS
fotografía de Andrea Vera
Viajera de ojos indeterminados
¿se puede seguir escapando después?
Alcanzar a ver recortadas
las veletas de otras ciudades.
Saber si es cieno o cristal Venecia.
Llegar a tiempo para el tren de Praga.
O bañarse en Biarritz antes de París.
¿Más tarde se consigue mirar fresca y
sin abatimiento el mundo diario?
viernes, noviembre 7
EL PENSATIVO IDEALISTA
FOTO Nena Nikolic
Pero
quisiera olvidar ese yo profundo por una vez,
hablando
sobre torres, sobre vías, carreteras,
sobre
hombres que salen mal parados
al
ser débiles por orgullo frente al espejo.
Escribiendo
afirmaciones extrañas:
el
mercado tiene cada mañana corazón
los
andamios que construyen tienen corazón...
No
quiero saber nada por ello
de
lo inmediato, lo fácil, el paso suave,
y
la acumulación.
El
pelo mojado quiero,
la
carrera loca que trunca el aliento
y
te acerca al abismo.
Llevarme
los árboles caídos sin pudor.
No
me importa ser rechazado
y
pringarme con la risa adherida
de
perseguir un imposible salobre.
Necesito
que exista en algún banco sentada,
saberlo
en los años que reme en galeras
dentro
de su estela,
mientras
gano la espalda al futuro,
y
sin ensuciar un hálito de lo que me diferencia.